Nuestra Historia

La Sociedad de Cirugía del Uruguay es consecuencia de una serie de inquietudes de los cirujanos uruguayos en procura del mejoramiento de la cirugía y de la actividad de los cirujanos en el plano científico, gremial y ético.

Sus inicios se remontan a 1920. En esa época existían cuatro Clínicas Quirúrgicas de la Facultad de Medicina, sus Profesores eran Alfonso Lamas, Alfredo Navarro, Gerardo Arrizabalaga y Enrique Pouey. Las mismas funcionaban el Hospital Maciel en donde la Facultad de Medicina desarrollaba sus actividades asistenciales y docentes. Cada clínica tenía salas de internación y de operaciones propias e independientes. De acuerdo a concepciones conductuales previas y de la época, cada uno de estos servicios funcionaban como feudos independientes y sin relación entre ellos, donde el diálogo no sólo científico sino público estaba limitado al círculo de los componentes de cada uno de los grupos.

Dos jóvenes cirujanos, Carlos Stajano y Manuel Albo, amigos entre si, pero trabajando en diferentes clínicas, la de Pouey el primero, la de Lamas el segundo, no veían con agrado estas limitaciones a sus actividades sociales y científicas. Principalmente Stajano, verdadero mentor de la Sociedad, escribía en el informe manuscrito sobre los antecedentes de la Sociedad de Cirugía de Montevideo al inicio del primer libro de actas de la Sociedad:

a) Se inicia individualmente una campaña antifeudal (1920) dentro de los mismos feudos existentes, destacando la necesidad del intercambio científico y del acercamiento entre los hombres y si no el acercamiento, la oportunidad de enfrentarse para amanzarse – o para pelear – pero acercarse y sentarse en un lugar de garantías de buena voluntad.

b) Nadie cree en este esfuerzo. Se me tilda de «ingenuo» de «angelito», y todos mis mayores me infunden pesimismo y descuentan el «fracaso».

El propósito que perseguía y así lo manifestaba en una abundante panfletería con la que incitó al encuentro de los cirujanos era que «las reuniones tendrían por pura finalidad dar a conocer los frutos de las experiencias de cada uno, creándose así de manera indirecta, vínculo de solidaridad profesional».

Sus esfuerzos se vieron coronados por el éxito cuando concurren a la convocatoria todos los profesores y cirujanos de Montevideo el 15 de septiembre de 1920 fundándose la Sociedad de Cirugía de Montevideo, que para evitar todo tupo de suspicacia y de compromiso «se citó a todos los cirujanos en un campo neutral (Hospital Italiano)».

Desde su inicio las reuniones de la Sociedad, realizadas los miércoles como en casi todos los países del mundo, fueron un foro al que concurrían todos los cirujanos, con entusiasmo, sin faltar ningún profesor, que curiosamente ocupaban siempre los mismos lugares en la sala sin ser ello obligatorio, iniciando un intercambio de conocimientos fluido, respetuoso y sin precedentes.

Recién al año y medio de reuniones periódicas se elige al primer Presidente. Hasta entonces la novel institución fue dirigida por los dos secretarios, los Dres. Carlos Stajano y Manuel Albo que costearon de sus ingresos los gastos que ocasionaba el funcionamiento de la misma. Inicialmente el nombramiento de los Presidentes recayó en los cirujanos más distinguidos y reconocidos de la época, en general, pero no necesariamente Profesores. Desde entonces anualmente el Presidente es renovado mediante elecciones entre los socios.

Para evitar las diferencias o inhibiciones que para el resto de los concurrentes podrían provocar los títulos académico–docentes y para poner a todos los socios en igualdad de condiciones y de reconocimiento por sus pares, fue norma y es tradición que se sigue respetando, que todos los integrantes de la Sociedad se refieran a sus colegas por el título de Dr. y no por el de su jerarquía académica.

A partir de 1942 la Sociedad se transforma en Sociedad de Cirugía del Uruguay incorporando y representando a todos los cirujanos del país.

En el ámbito de la Sociedad de Cirugía de Montevideo, primero, y luego del Uruguay hubo cirujanos que vertieron sus experiencias en aspectos de la cirugía que inicialmente formaba parte de la cirugía general y que luego se transformaron en especialidades quirúrgicas. Incluso algunos de estos especialistas llegaron a ser Presidentes de la Sociedad. Progresivamente y con el desarrollo de cada una de esas especialidades se fueron independizando de lo que fue la Sociedad madre en Sociedades propias.

Muchas de estas especialidades quirúrgicas desarrollaron sus temas en nuestros congresos. Hoy todavía, permanecen como socios, especialistas cirujanos y no cirujanos, de otras especialidades, participando en las actividades científicas de la Sociedad.

La sede de la Sociedad de Cirugía de Montevideo estuvo al inicio en el propio Hospital Italiano. Luego en una oficina del Palacio Salvo y posteriormente en el piso 4 del Hospital de Clínicas, donde además funcionaba la biblioteca. A partir de abril de 2000 la Comisión Directiva comenzó a reunirse en la sede propia.

Las reuniones científicas se desarrollaron inicialmente en el Hospital Italiano, luego en el Club Médico. Posteriormente y durante muchos años en la Agrupación Universitaria, en el piso 13 del edificio en la Avenida Libertador 1464. En 1981 la Agrupación se muda a Pedro Berro y Av Brasil concurriendo allí por poco tiempo la Sociedad celebrar sus reniones. A partir de 1982 los eventos científicos se llevaron a cabo en el salón de actos de la Comisión Honoraria de la Lucha Antituberculosa en Av. 18 de julio 2175 y a partir de fines de Julio del 2000 en la sede social propia.

CONGRESO URUGUAYO DE CIRUGÍA

En 1950 a impulso de un grupo de cirujanos encabezados por el Dr. Héctor Ardao se realiza el primer Congreso Uruguayo de Cirugía, con un espíritu de integrar en él a todos los cirujanos del Uruguay.

A partir de entonces se han realizado anualmente en forma ininterrumpida. En esos Congresos, a la manera de los Congresos franceses, se desarrollaba un relato a ser presentado obligatoriamente por un cirujano que trabajara en el interior de la República.

En sus inicios los Congresos tuvieron un estatuto, un reglamento y una publicación propios e independientes de la Sociedad.

Los Congresos, pasan a ser la actividad científica más importante del año de la Sociedad, razón por la cual, a partir de 1985 se unifican en los hechos y se incluye a los Congresos dentro del estatuto de la Sociedad, solucionando su independencia inicial.

PUBLICACIONES

Durante los primeros 10 años, todas las discusiones científicas de la Sociedad se registraron en los libros de actas que se conservan y se pueden consultar.

La mayoría de los trabajos que fueron presentados en ella se publicaron en los Anales de la Facultad de Medicina, existiendo por lo tanto, desde su fundación un reconocimiento oficial de la Sociedad por parte de la Facultad de Medicina.

En 1930, la Sociedad decide tener su propia publicación: el Boletín de la Sociedad de Cirugía de Montevideo. El contenido de esta publicación, también era publicado, en forma íntegra en la Revista de Medicina, Cirugía y Especialidades, llegando así su contenido a todos los médicos no cirujanos.

A partir de 1942 con la integración en la Sociedad de todos los cirujanos del país y el cambio de nombre de la Sociedad la publicación pasa a llamarse Boletines de la Sociedad de Cirugía del Uruguay.

En 1963 se acuerda con el Congreso Uruguayo de Cirugía, hacer una publicación única: la Revista de Cirugía del Uruguay, con seis ejemplares al año, destinándose tres para las publicaciones de la Sociedad y tres para las del Congreso.

En 1972 pasa a llamarse Cirugía del Uruguay, nombre que conserva hasta ahora.

CASA DE LA SOCIEDAD DE CIRUGÍA DEL URUGUAY

El 2 de agosto de 2000 la Sociedad inaugura su propia sede, viendo así cristalizado los sueños y el esfuerzo de varias generaciones de cirujanos. La misma tiene una superficie de 540 metros cuadrados edificados.

En la planta baja, se encuentran la secretaría, la sala de fax y archivos, la sala de reuniones de la Comisión Directiva, una recepción que tiene frisos decorados con las cerámicas originales de la casa y corresponde a un espacio con luz natural que sirve de antesala del salón de actos. Este consta de 95 metros cuadrados, con capacidad para 120 personas sentadas.

En el entrepiso se dispone de una amplia sala de lecturas.

El jardín de 160 metros cuadrados, conserva un longevo nogal y un laurel. En el fondo del mismo se dispone de un parrillero techado, en una de cuyas paredes y como recuerdo de la construcción original se principios de siglo XX, se ha puesto la arcada decorada que coronaba la antigua claraboya.

En la planta alta con acceso a la azotea, se encuentran las dependencias del casero y cuidador.

Historia